Caminante Sin Mochila
Miro al cielo y veo la calma de un gran cielo azul.
Corazones que vuelan con plumas y cantos que acompañan mi día.
Dejo pasar el tiempo contemplando y sintiendo el viento en mi piel.
Cerrando y abriendo los ojos sin necesidad de ver y si mucho que sentir.
Mi melancolía y mi tristeza serena calmada en el tiempo se desparrama por mi mente, y se apodera de mí, utilizándolo para sentir aun mas la vida mi corazón y el tuyo.
Caminos se abren desde mis ojos, y no de tristeza si no de gozo de vivir la vida desde la calma.
Vivir un arte que se aprende tarde, pero llega…
Aprendí a morir como pobre y nací rico en amor por mí. Así hoy puedo contemplar el cielo azul y no la mente que me cegaba Y ver la belleza fuera y dentro de nosotros.
La vida que sigue al corazón cuando esta en paz con uno mismo, el caminante que viaja sin mochila y con su corazón en las manos para ofrecerlo a quien lo quiera Pues escogí vivir y amarme y así amarte.
Uné Romero